Violencia en vacaciones

Por qué se descontrolan los jóvenes en la costa
El alcohol, la droga y la falta de límites influyen en el fenómeno.
Así se titula el artículo de hoy en La Nación.
Como siempre, pego en el blog, artículos que creo deben ser leidos y meditados.

Discusiones que terminan en muerte, violencia en las discos y alcohol sin límites. El descontrol de los jóvenes en la costa es cada vez mayor. La situación es compleja y hay varias causas que la provocan.
Especialistas consultados por La Nacion coincidieron en que el descontrol aumenta porque los chicos no poseen referentes adultos, tienen menos límites y se desinhiben con el alcohol y la droga.
Agregan que el factor que más influye es el personal, es decir, la educación en el hogar y la atención y contención de los padres en la problemática adolescente.
Justamente, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, exhortó ayer a los jóvenes, a los dueños de las discos y de los quioscos que venden alcohol a "tener mayor responsabilidad social".
También se permitió una reflexión a las familias y a los padres de los chicos que están ahora de vacaciones: "Es fundamental reforzar el diálogo con los hijos, renovar la confianza en nuestros jóvenes, pues los necesitamos como constructores de una Argentina mejor" (ver nota aparte).
En una recorrida que hizo La Nacion por la noche marplatense, algunos comerciantes reconocieron que triplicaron sus ventas de bebidas alcohólicas durante enero, respecto del año anterior y sus potenciales compradores eran los adolescentes.
En cuanto al crecimiento de la violencia entre los jóvenes, Rosa Petronacci, psicoanalista, especialista en niños y adolescentes y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) sostuvo que "es un fenómeno complejo atravesado por múltiples factores sociales, culturales, familiares, e históricos y no hay una causa única que lo explique".
Sin embargo, indicó que "los adolescentes tienden a la descarga inmediata, y si a eso se le suma el alcohol y la droga, la inhibición baja y se favorece a acciones sin pensar".
Según Miriam Mazover, psicóloga y directora del Centro Dos, una Asociación civil para la asistencia y docencia en Psicoanálisis, "la violencia y el descontrol están creciendo en todos lados, y no sólo en la costa, porque algunos adultos no ejercen bien su función de amparo, de protección y de transmisión de la diferencia, es decir, saber diferenciar los roles y qué está bien y qué está mal".
La especialista precisó: "Cuando desaparece la función del adulto y con ella la noción de diferencia, aparece la acción sin ley, la violencia".
Para Mazover, la sociedad también invita a que muchos padres no cumplan con su función. "Estamos inundados de estímulos para que los padres se igualen a los chicos y no les pongan límites ni les transmitan valores", sostuvo.
Eva Rotenberg, psicóloga y directora de la Escuela para Padres, coincidió con su par. "A los padres les cuesta poner límites. Esa falta de autoridad que comienza cuando los chicos son pequeños y continúa en la adolescencia, lleva a que los chicos se descontrolen más", dijo.
Las psicólogas coincidieron en que el adolescente necesita límites claros y no violentos y que es fundamental que los padres generen vínculos de confianza, los escuchen y los contengan. "La presencia afectiva del adulto en una etapa tan difícil como la adolescencia es una de las claves para un buen desarrollo", añadió Petronacci.
Además el diálogo es fundamental antes de que los chicos partan de vacaciones con los amigos.
Adrián Dall Asta, director ejecutivo de la Fundación Proyecto Padres, que durante el verano realiza acciones educativas sobre el descontrol adolescente en las playas bonaerenses, manifestó su preocupación: "Desde el comienzo de la temporada la fundación está denunciando casos de violencia en la costa. El grado de descontrol y de desconcierto de los chicos es muy grande".
Según Dall Asta, en San Bernardo "los jóvenes toman alcohol como agua desde las cinco de la tarde y además la droga circula por todos los balnearios".
Para el director de la fundación, los padres no son los únicos responsables. "Los chicos están huérfanos de padres, de un Estado que les ponga límites claros y de una buena educación", detalló y sostuvo que "esta ausencia de modelos termina en violencia porque los jóvenes necesitan manifestarse; el descontrol es un llamado de atención para los padres".
Por otro lado, Vivian Perrone, presidenta de la Asociación Madres del Dolor, también se mostró consternada por el descontrol en las playas. "Nos confirmaron que desde el 1º de enero hasta el 15 se ahogaron 11 jóvenes. Tres de ellos murieron por haberse excedido con el alcohol y todavía se está investigando qué sucedió con el resto", dijo.
Los especialistas consultados coincidieron en que lo que sucede en la costa es una expresión magnificada de lo que ocurre todo el año con jóvenes de todos los estratos sociales.

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