Cada vez hay más mujeres adictas al trabajo

En un artículo publicado por La Nación dicen que cada vez hay más mujeres adictas al trabajo.
Los que hacemos coaching creativo para adicciones y conductas compulsivas, percibimos que muchas veces este tipo de "adicciones" son el simple "quita penas" contra la soledad que imponen las grandes ciudades, los desencuentros y la sobrevivencia sobre la vida misma. Las mujeres están "sobreadaptadas" muchas veces a las circunstancias que les impone una sociedad cada vez mas marketinera y menos humana.
Esto dice el artículo:
El fenómeno de las "workaholics" está en aumento: según un informe, las mujeres inseguras son las más propensas a convertirse en trabajodependientes.
Adictas al trabajo. Así se denomina a este grupo de mujeres que no logran desconectarse nunca del trabajo, no se toman vacaciones y dedican toda su energía mental a cuestiones laborales. El fenómeno, del que cada vez se registran cada vez más casos, se conoce como "Mujeres workaholics", por su significado en inglés.
"Las adictas al trabajo no apagan el celular nunca, suelen estar contestando mails desde su celular en la fiesta más divertida y no se pueden ir de vacaciones a ningún lugar del que no se pueda regresar de inmediato". Así define Lía Alcoba, directora de la consultora Working Tools a este tipo de mujeres.
Según Alcoba, este compromiso excesivo y compulsivo no tiene que ver con circunstancias externas propias de la tarea que desempeñan, ya que en cualquier actividad puede haber picos de trabajo en que una se dedica cien por ciento. "Las workaholics no aflojan nunca, su preocupación no cede, no importa si la empresa lo requiere verdaderamente o no. Ellas piensan en el trabajo, cuando están trabajando y cuando se van de la oficina".
Pero en la mayoría de los casos la alta dedicación al trabajo no redunda en una sensación de haber cumplido. Es frecuente la ansiedad e inseguridad, los pensamientos acerca de la baja calidad del propio trabajo, el miedo a la pérdida o a recibir una evaluación negativa por parte del jefe.
El proceso funciona como un círculo vicioso, ya que la única solución que las adictas al trabajo perciben como posible es incrementar aún más sus esfuerzos.
Gabriela Martínez Castro, Directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA) explica que "se trata de mujeres ansiosas, híper exigentes, a quienes les es más sencillo cumplir de forma permanente con obligaciones, que dejar de hacerlo. Esto último, en más de una oportunidad, les genera más ansiedad, es decir, al vacacionar o parar con la actividad, quedan sin el vehículo de descarga habitual, que es trabajar, lo cual termina provocando más ansiedad y estrés que si continuaran con la vida cotidiana".
Martínez Castro señaló, que la identidad de las adictas al trabajo se reduce a su trabajo y a actividades recreativas que tienen que ver con su profesión. "Todo lo que hacen fuera del trabajo es vivido con culpa y su conversación suele girar exclusivamente en torno a su actividad laboral, sintiendo gran placer cuando hablan de todo lo que trabajan y de lo arduos que son sus días". "La presión de sentirse imprescindibles y el miedo a dejar de serlo en algún momento, conforman una espiral que atrapa cada vez más y de la que sólo es posible salir reflexionando sobre las propias necesidades y eligiendo sin miedos. Es importante comprender que atender equilibradamente a todas las facetas de nuestra vida no implica renunciar a nuestro éxito profesional", explica Alcoba.
Fuente: Télam

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