El alcohol y los jóvenes

En todos los diarios de Argentina de hoy, la noticia del alcohol en jóvenes es tapa.
"Yo conozco a mi hijo y no toma bebida", dijo el padre del joven, quien agregó que los médicos del Tornú -a donde fue trasladado-, "intentaron reanimarlo, pero llegó casi sin vida y que no sabían la causa de la muerte".
Fuente policiales señalaron que el muchacho había tomado "más de una botella de whisky con coca" antes de entrar al recital.
Habían pasado las 22 cuando se desmoronó frente al escenario y varios patovicas lo sacaron del lugar. Una ambulancia privada lo trasladó al Hospital Tornú, donde aseguran que "llegó muerto". Sus amigos contaron a la Policía que había tomado, antes de entrar, una botella de whisky con Coca-Cola. La autopsia habla de "paro cardiorespiratorio": el informe toxicológico dirá en unos días si el abuso de sustancias acaba de cobrarse otra vida joven.
Mientras el padre dice "Los amigos me juran que no tomaron nada".
Todavía nadie lo confirmó "oficialmente", aunque un informe forense habla de "olor a alcohol en las vísceras". De confirmarse que la muerte se desencadenó por esa causa, el caso suma otro eslabón a una cadena de muertes jóvenes en manos de la droga o el alcohol.
"Es un drama. Nos preocupa el consumo de drogas, pero la sustancia que más mata es el alcohol. Todas las noches tenemos 1 o 2 internados por coma alcohólico, cifra que crece el fin de semana y se dispara en tiempos de fiestas de egresados y de fin de año", dice Carlos Damín, jefe de Toxicología del Fernández. "Bastan tres cuartos de una botella de whisky bebidos en seis horas para que la concentración en sangre sea letal. Esa dosis deprime el cerebro hasta anestesiarlo y provocar un paro. Lo mismo puede ocurrir con vodka, gin o fernet. A veces, lo que salva es el vómito".
¿Quién mentirá?¿Quién no verá la realidad? Que importa eso, hay otro joven muerto y un padre más ocupado en negar que en preguntarse el porqué.

Adolescentes en riesgo

Muchos padres nos consultan sobre la dificultad de educar a un adolescente.
Es bueno reflexionar sobre algunos puntos.
La ADOLESCENCIA es un momento clave en la formación de la identidad.
La representación de si mismo pasa a constituir un tema fundamental.
El adolescente tiene una gran necesidad de reconocimiento y aceptación para formarse un concepto positivo de si mismo. Aparece una moral autónoma, las normas emergen de las relaciones de reciprocidad y cooperación, y no de la imposición de los adultos.
Desde el punto de vista educativo y preventivo la escuela contribuye al desarrollo de la identidad y la aceptación de si mismo, la autoestima, la resistencia a la presión del grupo así como la promoción de valores y hábitos contrarios al uso indebidos de drogas. Cuando la escuela asesora y orienta al adolescente en los distintos aspectos que pasan a ser preponderantes en su vida y sus relaciones: la sexualidad, el grupo de amigos, la experimentación de nuevos roles, su identidad personal, su tiempo libre, etc., cumple su verdadero rol; educar. Educar es Prevenir.
Entre los 13 y los 18 años, las personas viven un intenso proceso de cambio: corporal, intelectual y emocional.
Se modifican los afectos.
Todo ello genera una cierta tensión.
En muchas ocasiones se suma a esta tensión las del entorno familiar y/o de la comunidad escolar. No obstante, la mayoría de los adolescentes realizan generalmente una adaptación razonable superando la tensión y los conflictos de manera satisfactoria.
En nuestra cultura, la adolescencia representa el periodo de transición de la infancia a la madurez que sirve como preparación e iniciación a la edad adulta.
Los cambios que se producen son:
En lo corporal: se experimentan cambios importantes en la constitución física.
El adolescente está muy atento a su cuerpo y a los estereotipos de belleza propios de su cultura.
En lo intelectual se desarrolla el pensamiento abstracto y la posibilidad de trabajar con operaciones lógico formales, lo que permite la resolución de problemas complejos.
Se produce una fuerte integración social en el grupo de iguales y comienza el proceso de emancipación familiar y los cuestionamientos a los modelos parentales.
Los lazos con el grupo de iguales se estrechan, pasando de los grupos de un solo sexo a mixtos. El grupo actúa como agente de socialización permitiendo al adolescente practicar conductas, habilidades y roles que contribuirán a la construcción de su identidad adulta.
¿Cuáles serían las tareas prácticas para la prevención?
A) Hacer foco en sus necesidades puntuales
B) Establecer las dificultades con las que convive a diario
C) Aprender a tomar decisiones y madurar.
¿Qué medidas de prevención que se puedan realizar dentro de su ambiente?
A) Organizar talleres para docentes, padres o asesorarse en el tema.
B) Realizar coaching para padres de hijos en riesgo o a padres con problemas para aprender a poner límites.
C) Generar espacios de contención y de reflexión donde los adolescentes puedan debatir las problemáticas que tienen con libertad y escucha.
Puede la observación atenta por parte de los mayores provocar en los jóvenes una cierta desconfianza por parte de ellos ¿cómo habría que actuar?
A) Partiendo de la base que un padre no es un amigo, es un padre y debe participar y no tener miedo a conversar con sus hijos.
B) Haciendo que los docentes se capaciten para que los adolescentes actuales no los superen (algo que comúnmente denuncian como muy estresante)
C) Si el adulto no sabe poner límites y no puede ser ni ejemplo ni transmisor de modelos positivos será muy difícil lograr la confianza del adolescente sea o no su observación atenta.
¿Qué NO es apropiado en la prevención y que SI es apropiado?
NO

A) Preocuparse en lugar de ocuparse.
B) Expulsar a un alumno con problemas. La imposición no funciona.
C) Negar la enfermedad y echarle la culpa a otros en vez de buscar el error en el seno del hogar. No ahondar en los temas que empiezan como “avisos”.
SI
A) Generar espacios de contención: formar personas autosuficientes.
B) Ocuparse de encontrar las causas, modificar el efecto y tomar decisiones.
C) Estimular la participación del adolescente en actividades que lo orienten hacia una vida sana: indagar sobre su vocación para el arte, las ciencias, el deporte o cualquier inquietud que canalice sus habilidades especiales.
D) Hacer poner en PALABRAS, los sentimientos del adolescente.
¿Qué debe cuidarse en la relación con cualquier adolescente?
· La mirada. A veces los padres no quieren ver.
· La escucha. A veces los padres escuchan solo lo que quieren escuchar y no lo que dice el hijo realmente.
· La palabra. El adolescente es monosilábico por naturaleza pero hay que ayudarlo a que se exprese como sea. Puede usarse la música, el arte, etc.
· El cuerpo. Evitar la manipulación, la culpa, la falta y la demanda desde un lugar de manejo del adolescente que muchas veces los padres aceptan porque les facilita su tarea como padres pero después se pagan las consecuencias.
FUENTE: CENTRO PSICOSOCIAL ARGENTINO. Prof. Daniel González

LA DROGA NO SABE DE CLASES SOCIALES

La droga no sabe de clases sociales ni de edades ni de nada.
La droga avanza y ya es imparable.
El tema no pasa por un dealer. Pasa por la voluntad de cada uno a decir que NO.
Un jefe policial en Buenos Aires decía ayer "En la Argentina, estamos en una guerra contra las drogas. En España, los especialistas nos dicen que los narcóticos en las fiestas electrónicas se llevan diez vidas por semana. Si no seguimos trabajando e intensificando los controles, ése puede ser nuestro destino"
La cumbia habla de droga.
El rock habla de droga.
La música electrónica genera el consumo de éxtasis para bailar sin parar.
Pero la culpa no es de la música, ni los boliches que ahora abren hasta el mediodía del día siguiente. El problema está en pensar porqué un joven cree que ESO es divertirse.
La pregunta no es quien vende, ni quien promueve esto ni quien se enriquece en el camino, sino porque los jóvenes no saben divertirse de otra manera.
Cada una de estas músicas se identifica con la clase baja, la media y la alta. Todas expresan a la NUEVA DIVERSIÓN más como aturdimiento que como verdadera expresión de alegría. La pregunta sería si tenemos que olvidarnos de todo para ser felices. Si tenemos que "darnos vuelta" para sentir que "la pasamos bien".
Si conoce a alguien que pasa sus fines de semana así, ayúdelo a reflexionar y piense qué le pasa de verdad.
La sustancia es solo eso: sustancia. El problema está en el que toma la sustancia y hace de ella su camino hacia la diversión... que no es tal.